martes, 2 de agosto de 2011

De ReScAtEs iNcONcLuSoS

Hacía ya tanto tiempo que el Caballero no veía a su Princesa. Desde ese día tragico en que aquellos Seres Oscuros la habia apartado de su lado encerrandola en la torre mas alta de un tétrico castillo. Hacía ya tanto tiempo que el Caballero habia partido con la firme esperanza de rescatarla, tantos kilometros había recorrido en su fiel corcel que ya había perdido la cuenta. Solo el recuerdo del rostro de su amada le permitían seguir su aventura. Luego de mucho andar, pudo divisar el gran castillo que aprisionaba a su amada. Pero no fue facil llegar a ella. Tuvo que enfrentarse con grandes dragones que atacaban desde el aire. Con fuertes y gigantescos ogros despiadados. Y con muchos otros seres de los que no se desconcía nombre alguno. Su fiel caballo no pudo soportar tamaña y desigual batalla. Su espada estaba ya rota y su escudo carente de algunas partes. Finalmente, luego de subir extenuado una infinidad de escalones, llegó al cuarto donde se encontraba la Princesa. La notó muy diferente a como la recordaba. Pero nada importaba, era sin duda su verdadero amor.
- He venido a tu rescate mi Princesa- Dijo el Caballero casi sin fuerzas
Ella lo miró solemnemente y con ternura le respondió:
- De nada debes salvarme noble Caballero, pues no estoy aquí en contra de mi voluntad. Los seres oscuros no me secuestraron, yo los convencí de para que me trajeran. Es que necesitaba alejarme de la candidez del reino, dejar de ser la inmaculada doncella que todos admiraban... Encontrarme con mi propia oscuridad... Y aquí... aquí soy feliz.
El Caballero comprendió que en el tiempo que le había llevado llegar a ella, mucho habia cambiado. Y que no se puede salvar a quien no desea ser rescatado. Desandó su camino con la tranquilidad que le brindaba haber intentado todo para traerla consigo y con la esperanza de que alguna vez ella se cansaría de tanta oscuridad y tal vez, solo tal vez, volvería a buscar un destello de luz. Tal vez, pensaba, el estaría para ella cuando eso ocurriera.