martes, 28 de octubre de 2008

Tres empanadas...

Esperando la Carroza es un clasico del cine argentino. Segun mi opinion una de las peliculas mas comicas que existen. Fue estrenada el 6 de mayo de 1985, está basada en la obra de teatro del mismo nombre y fuè dirigida por Alejandro Doria. Aca les dejo la trama.


Mamá Cora (Antonio Gasalla), a punto de cumplir los 80 años, tiene cuatro hijos (Antonio, interpretado por Luis Brandoni, Sergio, interpretado por Tenuta, Jorge, interpretado por De Grazia y Emilia, interpretada por Lidia Catalano). Vive con uno de ellos, Jorge, que no pasa una buena situación económica. Constantes conflictos con su nuera (Villa) llevan a ésta a pedirle a uno de los hermanos de Jorge, Sergio, que se lleve a Mamá Cora a vivir con ellos por un tiempo, porque no soporta más la situación. Cuando llega a la casa de Sergio, éste junto a su esposa se encuentran preparando un típico almuerzo dominical para recibir a Antonio y su esposa Nora, que son los mejor posicionados económica y socialmente de la familia. Entre los tres hermanos y sus respectivas parejas, se arma el debate de qué hacer con Mamá Cora, siendo las mujeres las que imponen mayormente su opinión, mientras la mayoría de los comentarios que los hombres acotan, tienen como fin cuidar que no se hable mal de su madre.

Mientras tanto, Mamá Cora, al tener un altercado con Susana, decide salir y visitar otro hijo, pero termina en la casa de enfrente de Sergio, haciendo un favor a la vecina Dominga (Rossetto). La "desaparición" de Mamá Cora tras la pelea con su nuera, sumada a la noticia de una anciana que se arrojó a las vías del tren, hace pensar a la familia que Cora se ha suicidado. La actitud de los hijos y sus Desde la terraza de la vecina, la anciana llega a observar cómo años de problemas surgen entre los hermanos y sus familias mientras se preparan para velar al que creen que es el cuerpo de Mamá Cora.

Ella hace su aparición en medio del velorio de la que supuestamente era ella y la familia vuelve a unirse de nuevo, ahora valorando un poco más la presencia de su miembro más antiguo.

viernes, 24 de octubre de 2008

Mi dEBiLiDaD sE LLaMa Agus

Ella es una angelito. Un destello de milagro. Sus ojos ven mas adentro. Sus ojos miran lejanos. Parece ser de otra tierra. O tal vez vino del cielo. Tiene alas en su mente, tiene luz entre sus manos. Ella es mi angel, mi sueño...



Hay dias que extraño mucho a mi Bodoque. Será que su vocecita en el telefono no alcanza para dejar de hacerlo.

A veces me siento mas nene que ella. Ella tan seriecita, tan señorita. Y me encanta que me rete. Que me diga: portate bien tio. Siento que me pierdo de mucho de ella al estar lejos. Pero me quedo con el recuerdo de los paseos, de su risa, sus clases de buenos modales y sus: tioooomm!!!



A veces. Muchas veces, te extraño Agus.

domingo, 19 de octubre de 2008

ConSeJoS PaRa sEgUiR...

Señores y señoras usen protector solar. Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: Usen protector solar.
Los científicos han comprobado sus beneficios a largo plazo mientras que los consejos que les voy a dar, no tienen ninguna base fiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:
Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud. No me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que no se haya marchitado. Pero créeme, dentro de veinte años, cuando en fotos te veas a ti mismo comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad. No estás tan gordo como imaginas. No te preocupes por el futuro. O preocúpate sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de ésos que te sorprenden a las cuatro de la tarde de un martes cualquiera.
Todos los días haz algo a lo que temas. Canta. No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres que la gente juegue con los tuyos. Relájate. No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde. La competencia es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo. Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo hacerlo). Guarda tus cartas de amor. Tira las cartas del banco. Estírate. No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres de la vida. Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida cuando tenían veintidós años. Es más, algunas de las personas que conozco tampoco lo sabían a los cuarenta.
Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas sentirás la falta que te hacen cuando te fallen. Quizá te cases, quizá no. Quizá tengas hijos, quizá no. Quizá te divorcies a los cuarenta, quizá no. Quizá bailes el vals en tu setenta y cinco aniversario de bodas. Hagas lo que hagas no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Optarás por una cosa u otra, como todos los demás.
Disfruta de tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas. No tengas miedo ni te preocupes por lo que piensen los demás porque es el mejor instrumento que jamás tendrás. Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa. Lee las instrucciones

aunque no las sigas. No leas revistas de belleza pues para lo único que sirven es para hacerte sentir feo.
Aprende a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén. Llévate bien con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado y, probablemente, serán los que te acompañen en el futuro. Entiende que los amigos vienen y se van pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño. Esfuérzate por no desvincularte de algunos lugares y costumbres porque, cuando pase el tiempo, más los necesitarás. Vive en una ciudad alguna vez pero múdate antes de que te endurezcas. Vive en un pueblo alguna vez pero múdate antes de que te ablandes.
Viaja. Acepta algunas verdades ineludibles: los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán y tú también envejecerás. Y, cuando seas viejo, añorarás los tiempos en que eras joven: los precios eran razonables, los políticos eran honestos y los niños respetaban a los mayores. Respeta a los mayores. No esperes que nadie te mantenga pues tal vez recibas una herencia o, tal vez te cases con alguien rico pero, nunca sabrás cuánto durará. No te hagas demasiadas cosas en el pelo porque cuando tengas cuarenta años parecerá el de alguien de ochenta y cinco.
Sé cauto con los consejos que recibes y ten paciencia con quienes te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia. Dar consejos es una forma de sacar el pasado del cubo de la basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo dándole más valor del que tiene. Pero hazme caso en lo del protector solar.














El texto es una columna de María Schmidt, publicada el 1 de junio de 1997. en el Chicago Tribune.