martes, 22 de junio de 2010

De MoMeNtOs...

En un momento tuve la necesidad de rodearme de mucha gente para engañar a sensaciones que me hacian sentir malestar. De tener una repetida rutina de lo que haria cada fin de semana, por ejemplo. De disfrazarme de alguien, de parecerme a otro. De tener personas cerca mío sin importarme si me ofrecían buena compañía. De sentir que nada de lo que hiciera podía llenar el vacío que sentía en el pecho cada vez que volvía a estar solo conmigo mismo.

En otro momento, afortunadamente, muchas cosas se hicieron evidentes. Pude ver que no podía tapar con bulla o muchedumbre el grito que venía de adentro. Que la busqueda de saber donde iba a estar cada fin de semana, como me iba a divertir, con quien y donde; sólo denotaba mi miedo a estar sólo conmigo. Que por mas disfraces y poses que tuviera para aparentar, sólo iba a terminar siendo yo, pareciendome a mi con todo lo que eso incluyera. Que la compañía de una persona noble vale por muchas otras sin contenido que ofrecer. Que para llenarme de sensaciones buenas, sólo tenía que proponermelo, de tomarme el tiempo necesario, de estar sólo conmigo, sólo acompañado. Que el cambio empieza desde adentro. Ese cambio notorio y expansivo que sólo puede encontrar uno mismo.

3 comentarios:

Naio dijo...

No podría estar más de acuerdo ... con otra persona uno puede elegir si aceptarlo o no, y pasará tiempo con esa persona o no solamente si quiere ... pero con uno mismo, debemos convivir toda nuestra vida, y pasar el resto de nuestro tiempo...

Valentin dijo...

Te recomiendo que vayas a ver una obra que va a estrenar de aca a un tiempo, se llama Adentro y habla justo de esto que decis, vos, de estar con uno mismo..del miedo de escucharse...nos pasa a todos aturdirse es la salida facil, pero lo que pasa por dentro termina tiñendonos por fuera...no se puede huir de lo que uno lleva..

Que lindo que sepas oirte...

Y por favor volve a trabajar...que odio no tener con quien charlar...jeje

Alfonsina dijo...

Muy buen texto, para encontrarnos con otros primero debemos encontrarnos con nosotros mismos.
Te confieso que yo también siento miedo de quedarme sola, conmigo misma.
Saludos!