miércoles, 2 de junio de 2010

gUeRReRo De LuZ

Un guerrero de la luz no tiene "certezas" sino un camino a seguir, al cual procura adaptarse de acuerdo con el tiempo. Lucha en verano con equipamientos y técnicas diferentes a los de la lucha de invierno. Siendo flexible, ya no juzga al mundo desde el punto de vista de "acertado" o "equivocado", sino sobre la base de la actitud más apropiada para aquel momento.
Sabe que sus compañeros también tienen que adaptarse, y no se sorpende cuando cambian de actitud. Da a cada uno el tiempo necesario para justificar sus acciones.
Pero es implacable con la traición.

Todos los caminos del mundo conducen al corazón del guerrero; él se sumerge sin vacilar en el río de pasiones que siempre corre por su vida.
El guerrero sabe que es libre para escoger lo que desee; sus decisiones son tomadas con coraje, desprendimiento y, a veces, con una cierta dosis de locura. Acepta sus pasiones y las disfruta intensamente. Sabe que no es preciso renunciar al entusiasmo de las conquistas; ellas forman parte de la vida, y alegran a todos los que en ellas participan. Pero jamás pierde de vista las cosas duraderas y los lazos creados con solidez a través del tiempo.
Un guerrero sabe distinguir lo que es pasajero y lo que es definitivo.

Un guerrero de la luz, antes de entrar en un combate importante, se pregunta a sí mismo: "¿hasta qué punto desarrollé mi habilidad?".
Él sabe que las batallas libradas en el pasado siempre terminaron por enseñarle alguna cosa. Sin embargo, muchas de estas enseñanzas hicieron sufrir al guerrero más de lo necesario. Más de una vez perdió su tiempo luchando por una mentira. Pero los victoriosos no repiten el mismo error.
Un guerrero no puede rehusar la lucha; pero sabe también que no debe arriesgar sentimientos importantes a cambio de recompensas que no están a la altura de su amor. Por eso el guerrero solo arriesga su corazón por algo que vale la pena.

Los guerreros de la luz mantienen el brillo en los ojos. Están en el mundo, forman parte de la vida de otras personas, y comenzaron su jornada sin alforja y sin sandalias. Muchas veces son cobardes. No siempre actúan correctamente.
Los guerreros de la luz sufren por cosas inútiles, tienen actitudes mezquinas y a veces se consideran incapaces de crecer. Frecuentemente se consideran indignos de cualquier bendición o milagro.
Los guerreros de la luz no siempre tienen la certeza de qué están haciendo aquí. Muchas veces pasan noches en vela, pensando que sus vidas no tienen sentido. Por eso son guerreros de la luz. Porque se equivocan. Porque se preguntan. Porque buscan una razón y con seguridad terminarán encontrándola.

Un guerrero de la luz estudia con mucho cuidado la posición que pretende conquistar. Por más difícil que sea su objetivo, siempre existe una manera de superar obstáculos. Él verifica los caminos alternativos, afila su espada y procura llenar su corazón de la perseverancia necesaria para enfrentar el desafío. Pero, a medida que avanza, el guerrero se da cuenta de que existen dificultades con las que no contaba. Si se queda esperando el momento ideal, nunca saldrá del lugar; ve que será preciso un poco de locura para dar el próximo paso.
El guerrero usa un poco de locura. Porque, en la guerra y en el amor, no es posible prever todo.



Paulo Cohelo

1 comentario:

Luna dijo...

Sin un poco de locura estaríamos perdidos.

Besos