Un viejo indio estaba hablando con su nieto:
—Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón, uno de ellos es un lobo enojado, violento, inseguro y vengativo. El otro está lleno de amor, bondad, determinación y compasión.
El nieto le preguntó:
—Cuál de los dos lobos ganará la pelea?
—Aquel que yo alimente — contestó el abuelo.
1 comentario:
Estoy preparando un posteo que habla del interior... de esas bestias que alimentamos día a día.
Hoy, sin ir más lejos, alimenté al lobo enojado... y se siente tan bien, tan liberador el hecho de descargar palabras contra alguien que te daña primero... (pero, ¿está bien?)
No se, Adrián, si tenés alguna respuesta de como amansar a ambos lobos avisame... mientras yo, te seguiré leyendo.
Un abrazo salvaje, pero ubicado.
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